Palabras del P.D.G Carlos Torres Fernández con motivo del cincuentenario del Club de Leones de Montería Monarca el 18 de junio de 2004.
“Me corresponde hacer una reseña histórica del Club para siempre recordar y nunca olvidar quienes somos como leones, que hemos hecho por el bienestar de nuestro prójimo y como nos proyectaremos hacia la nueva sociedad.
Al comienzo de los años 50, un hecho sociopolítico de importancia para nuestra comunidad, como fue la creación del Departamento de Córdoba, después de una titánica lucha de la clase dirigente por sacar avante estos pueblos olvidados; estimuló el espíritu cívico de su gente en la búsqueda del desarrollo y el progreso.
Coincidencialmente para la misma época, el leonismo internacional se extendía por la costa atlántica colombiana con su filosofía de servicio desinteresado a las comunidades, especialmente a las más desprotegidas, sin distingos sociales, políticos y religiosos.
En este fértil terreno, abonado para sembrar nuevas inquietudes y desafíos, el C. L. Salvador Rueda, miembro del Club de Leones de Sincelejo, vio la oportunidad de establecer un polo de desarrollo leonístico en la región del Sinú y comenzó los contactos pertinentes para la fundación de un club de servicio.
Reunió un selecto grupo de ciudadanos a quienes instruyó en el tema de la filosofía del leonismo y su significado en el desarrollo del bienestar cívico, cultural, social, moral, y espiritual de las comunidades.
Conformada la nómina del nuevo club de acuerdo con las normas y costumbres de LIONS CLUBS INTERNATIONAL, es decir, por personas de buena voluntad, sanos de principios morales, altas calidades intelectuales, exquisita sensibilidad social, y espíritu de solidaridad; que unidos por sinceros lazos de amistad consagran su tiempo libre, sus recursos y su capacidad de acción al servicio de los necesitados, sin esperar recompensa a sus esfuerzos, todo estaba dispuesto para el feliz acontecimiento.
El 18 de junio de 1954 en solemne ceremonia, la Junta directiva de Lions Clubs International entrego oficialmente la carta constitutiva al Club de Leones de Montería para que bajo sus auspicios, esa pléyade de hombres cívicos iniciaran con decisión, comprensión y tolerancia el hermoso camino del servicio desinteresado a los necesitados.
Esta carta constitutiva fue recibida con beneplácito por su primer presidente, el eminente médico doctor José María de Vivero.
Debemos reconocer con modestia pero con orgullo y satisfacción, la incansable y meritoria labor que durante estos cincuenta años de funcionamiento del club le ha prestado a la ciudad con verdadero espíritu de servicio, generosidad y sacrificio.
Para finalizar, los invito a que hagamos un acto de reafirmación leonística invocando al supremo creador y al espíritu de Melvin Jones para que inspire en nosotros los mejores sentimientos de amistad y vocación de servicio para que seamos mejores leones, que nuestro cubil se fortalezca y que nuestro terruño progrese en paz. Así sea.
Carlos Torres Fernández (Q.E.P.D)
