Invocación Oficial del Club de Leones Cartago Monarca
Señor, señor; acoge en tus mansiones
El rugid cordial de estos leones.
No traen en las pupilas ni el pelaje,
El hirsuto talante del salvaje
Ni se mueven con paso sanguinario;
Solo van en fraterno itinerario
Recoge en tus moradas la plegaria de
Bondad y dulzura, como un aria
Nacida en los cariños hermanados de
Los hombres, por vos iluminados
Cada uno te trae, a flor de labio la promesa
De olvido del agravio
Y cada cual, señor, en vos confía por la
Gracia inefable de este día
Encontrarnos unidos por razones, de tener
Sin rencor los corazones
Venid, señor, a nosotros; tráenos lumbre
Para el tortuoso viaje hacia la cumbre
Danos la luminaria de tu estrella,
En esta hora tan serena y bella
Déjanos ver los ricos semilleros en tu
Prodiga siembra de luceros
Donde cifran los hombres sus destinos
Por hallar la verdad, en los caminos
Que trazo la bondad a nuestra planta
En este día, señor, su voz levanta
El corazón, dadiva y ofrenda, para
Pediros que hasta nuestra tienda
Llegue tu luz en místico proceso de
Cultura, de paz y de progreso
Bendice este ritual de nuestros fueros,
Que hace llamarnos compañeros.